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La vitamina D ayuda a mineralizar el esqueleto óseo al garantizar que haya suficiente calcio en el torrente sanguíneo. Esto se hace mejorando la absorción de calcio en el intestino grueso y delgado con la ayuda de la vitamina.

Los estudios muestran que la absorción de vitamina D tiene un efecto positivo sobre el almacenamiento de calcio en los huesos.

Debido a que la vitamina D mejora la mineralización de la estructura ósea, también tiene un efecto preventivo contra una enfermedad conocida como raquitismo en niños pequeños y adultos. Sin embargo, el esqueleto óseo en niños y bebés que padecen deficiencia de vitamina D tiene un crecimiento y desorganización alterados de las placas de crecimiento. Sus huesos se deforman y pueden, como resultado, no el adecuado desarrollo de su propio peso corporal.
Suficiente vitamina D también tiene un efecto preventivo en la lucha contra la osteoporosis y el dolor óseo (osteomalacia).

¿Problemas con el sistema cardiovascular? Una vez más, la vitamina D parece ser un remedio probado para regular la presión arterial alta y reducir el colesterol (LDL) [1]. Mientras tanto, la vitamina se ha utilizado en toda una gama de enfermedades, como diabetes, debilidad muscular, asma, bronquitis y enfermedades dentales y de las encías.