Description
El extracto de ajo envejecido se considera seguro y más tolerable que el ajo en polvo, y superior al ajo, crudo o cocido en relación con sus propiedades antihipertensivas, como lo probó un estudio realizado en 2010, en Adelaida, Australia. De acuerdo con los resultados, el ajo envejecido disminuye la presión sanguínea al reducir la presión sistólica (el momento de contracción de los ventrículos) de una manera consistente hasta en 10,2 mmHg; lo que se logra porque este proceso de envejecimiento, potencia el componente activo S-alilcisteína (SAC), el cual inhibe la síntesis de colesterol y no tiene olor.